Blogia
OrbitandoMarte

Enrique VII del Sacro Imperio Romano Germánico y Manuel

Los patos ya están aquí, se han adelantado los cabrones. Estaba por no abrirles, pero como amenazaba lluvia me ha dado palo por los animales, los tres chinos mandarines. Los traían en una jaula de 3x3, pero nada más entrar en la nave uno de los patos le ha dao un viaje que no veas contra una mesita de IKEA que tenía yo para hacer los cafés y que había enfocado hacia la ventana que da a la Tierra, sentimental que es uno. Creíamos que se la había cargao el muy bestia, pero parece que la apuntalé bien.

Eso sí, les ha quedado un chino bastante chafao y han decidido que no les servía pal experimento. Los otros chinos se han alegrado y han aprovechado el espacio libre para montar un taller de calzado Nike, pero a mí me han jodido porque al pato no se le ha ocurrido nada mejor que tirármelo al váter y se ha atascado. Le he preguntado (no sin malicia, todo hay que decirlo) si no había visto el cartel que prohíbe tirar a chinos mandarines por el váter y me ha contestado que, como estos chinos son más bien del extrarradio, había creído que colaría.

Aparte de eso el otro astronauta parece bastante buena gente (o buen pato). Sus nombres, claro está, son nativos y es algo jodido de reproducirlos, pero el del váter (sabelotodo tocapelotas científico de la misión) vendría a sonar más o menos como Enrique VII del Sacro Imperio Romano Germánico y al piloto-transportista creo que no me equivocaría si afirmo que se pronuncia como Manuel.

Lo primero que me ha dicho el cabrón estirado de Enrique VII del Sacro Imperio Romano Germánico (tras salir chapoteando del lavabo) es que no necesitaban el serrín en el suelo, porque los chinos son bastante limpios y no generan prácticamente residuos. Le he contestado que en cuanto se sacara la escoba del culo lo barrería todo. Nos ha jodido, ahora no voy a poder tener el suelo del orbitador como a mi me plazca. Vale que he perdido metro y medio de altura con tanta capa de serrín, pero he ganado en comodidad, y poder tirar las colillas al suelo no se paga con dinero. Así que ya sabe que hacer con el próximo chino del que necesite deshacerse.

En fin, después de tomarnos un café y ver el Tomate se han puesto a hurgar a los animales. Espero no oírles gritar mucho, la última vez tuve a un tres cachalotes chillando dos noches. A la tercera los emborraché y pude dormir, pero por la mañana el científico me gritó tanto sobre no sé qué de desvirtuar las pruebas empíricas que se le empañaron las gafas de culo de botella. Le partí la cara con un cachalote, lo eché fuera del orbitador y tuve comida para tres semanas, pero esa es otra historia.

Ya os contaré...

1 comentario

La Presi -

Pacooooo haz negocio con esas nike que se venderan com churros si pones bien visible lo de "hand-made in marte"!!!!